Club Chateo

A decir verdad, en todo el rato que estuve con ellos Lilian estuvo muy carinosa conmigo, lo que sé que debió molestar a Carolina, que de todas maneras es un poco celosa conmigo, aunque le encante el exhibicionismo y las demás cosas que hemos hecho, pero bueno, el tema de mis infidelidades será de otro relato, que se los prometo y ya soy deudor. Despues de cercionarse de que no había nadie en el banor, se metió en uno de ellos y se quito las bragas sin quitarse la falda, se levat ésta hasta la cintura y se sentó en el vater. Vamos. . seguí, ponela, hasta que comenzó a jadear y se lo puso ella sola de un solo golpe, paró un segundo como para reponerse y yo comencé a moverme, no se imaginan que delicia para mi, el estar comiéndome ese hermoso culito de una adolescente, demás está Los Mejores Videochats decir que ella gozaba como una loca y yo no tardé mucho en acabarle un torrente de leche, ella apenas sintió mi acabada, mi leche en sus intestinos, pegó un grito fenomenal de placer y también acabó conmigo adentro. No sé que habrá pensado en ese momento mi tía, pero me preguntó?Te gustaría tocarme?No sabía que responder, me daba mucha vergüenza decir que Chateo Sexo si, y como yo estaba petrificado me agarró la mano y se la puso en su pecho y me dijo. . Toca. . así. . así. . eso es. . así suavemente. La sostuve un momento en mi mano, calibrando su peso, sintiendo su tacto cálido y después de un momento le bajé el prepucio para dejar una enorme cabezota colorada a la vista. Bueno, fue un poco Sorpresa pero en ese momento Janette dijo, Oye deja el video que está interesante y María mi mujer tambien dijo que lo dejaramos a ver de que iba. Subía y bajaba, daba pequenos mordiscos en el escroto, pasaba lentamente su lengua por mi glande haciéndome estremecer. Me desabroché un par de botones de mi camisa y metí por dentro una de sus manos para que pudiera juguetear con mi pezón mientras la besaba tiernamente en los labios y acariciaba sus pechos. Sacó su enorme polla de mi sexo y, con un grito contenido, se corrió sobre mí, rociándome de semen los muslos y el pecho. Mientras tanto mi primer amor que se había puesto otravez cachondo me introducía su maza de carne en mi boca que chocaba contra migarganta por cada envestida que el otro me daba en mi culo.